Por Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay


De una cosa estamos seguros en esta incertidumbre que creó la pandemia y es que el trabajo no volverá a ser el mismo luego que el COVID-19 desaparezca, y todo indica que la crisis económica que va a dejar a su paso obligará a las empresas a ser más competitivas que nunca para poder repararse. La proactividad, creatividad y tener el mejor talento, serán los puntos clave para sobreponerse a los grandes desafíos que traerá con él el nuevo mundo de trabajo.


En cuestión de días modificamos completamente nuestra manera de trabajar. Dejamos nuestras oficinas y arrancamos el mayor experimento de trabajo remoto a nivel mundial que jamás se pudiese haber imaginado. Muchas cosas no volverán a ser como eran antes en el mundo laboral.


El virus le está abriendo camino a una nueva realidad laboral y, como consecuencia de ésto, en Randstad reconocimos algunos cambios que llegaron para quedarse:


Aunque el distanciamiento social por el virus se termine, deberemos continuar conviviendo con ciertas pautas preventivas en oficinas y espacios de trabajo. Las compañías tendrán que crear ambientes laborales seguros, acondicionando sus instalaciones, entregando elementos de protección y desarrollando protocolos para su personal.


Las medidas preventivas nos propusieron este gran experimento de trabajo desde casa. Y se derribaron ideas y prejuicios sobre trabajo a distancia, productividad, autogestión y compromiso. No llamaría la atención, cuando todo esto pase, que muchos no deseen volver al formato tradicional de trabajo presencial en oficinas.


Además del trabajo, la pandemia nos desafió a encontrar otros formatos para nuestras grandes reuniones y encuentros. Sin la posibilidad de viajar y desplazarnos, convenciones, congresos, capacitaciones y eventos empresariales mutaron a entornos virtuales. Prevemos que seguiremos viendo más de esto en el futuro. 


Para hacer viable este trabajo remoto a gran escala, el trabajo por objetivos surgió como la mejor alternativa. Y las empresas pudieron comprobar que la cantidad de horas que un empleado trabaja no tiene correlación con su productividad y sus resultados.


¿Employer branding durante la crisis? Aunque ciertos conceptos suenen fuera de lugar durante contextos difíciles, la realidad es lo opuesto. Los ojos de los empleados actuales y potenciales están sobre cómo las empresas gestionan sus marcas empleadoras, especialmente ante estas situaciones tan complejas e inciertas.


Habiendo probado el trabajo remoto y por objetivos, y con la gran necesidad de maximizar la competitividad y los resultados para reponerse del impacto económico que dejará esta pandemia, las empresas recurrirán a formatos flexibles más que nunca. Veremos, más que nunca, una mayor demanda de profesionales freelance, trabajo eventual y por proyectos.