Por Juan Pablo Lara, Director de Randstad Uruguay

La gestión del talento impulsa en las organizaciones ventajas competitivas que representan oportunidades y beneficios para las empresas y sus entornos. En este sentido, los equipos de trabajo diversos e inclusivos mejoran la productividad, son más creativos y en general aprovechan las oportunidades de forma más proactiva, adaptándose rápidamente a los cambios y siendo más resilientes frente a la incertidumbre o a situaciones difíciles del mercado.

En Randstad Uruguay creemos que el diseño de políticas, buenas prácticas y medidas que favorezcan entornos de trabajo con proyección de crecimiento personal y laboral más diverso e inclusivo, puede hacer la diferencia.

Diversidad e inclusión son dos conceptos que han adquirido en los últimos años una gran importancia y están tan estrechamente relacionados que suele ser habitual confundirlos e, incluso, utilizarlos como sinónimos. Sin embargo, cada uno de estos términos define realidades diferentes pero absolutamente complementarias.

La diversidad hace referencia a la presencia de profesionales de diferente edad, nacionalidad, religión, etnia, cultura, sexo u orientación sexual, condición o con necesidades especiales causadas por enfermedad, accidente, discapacidad o una determinada situación familiar en la organización. 

La inclusión es el conjunto de prácticas que se aplican dentro de una empresa para que cada colaborador en su diversidad, sea cultural y socialmente aceptado y tratado en términos de igualdad. Cuando una empresa es inclusiva, significa que implementa políticas orientadas a fortalecer el sentido de pertenencia de todos los miembros de la organización en su diversidad, para que estos sean reconocidos, valorados y respetados como personas y sean libres de ser, quienes son, en el ámbito laboral.

Las políticas de diversidad e inclusión deben ser desarrolladas de manera conjunta y deben ser consideradas como un factor estratégico, de innovación, crecimiento y competitividad, además de un valor agregado de la marca empleadora para atraer y retener a los mejores talentos.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó una guía práctica en donde se introduce el concepto de “ajuste razonable” para definir aquellos cambios necesarios que las organizaciones deben implementar para adaptarse a las características particulares de un colaborador o candidato, de manera que pueda gozar de los mismos derechos que los demás trabajadores y ser plenamente integrado. 

Los ajustes razonables no sólo se refieren a las modificaciones del entorno físico del lugar de trabajo, por ejemplo, para eliminar barreras de accesibilidad de acuerdo con las legislaciones vigentes. La inclusión también debe concebirse como un aspecto central en el funcionamiento y filosofía de toda la organización e implica un liderazgo empático hacia todos los profesionales que requieran ajustes razonables. Estas políticas deben estar imbuidas en la cultura de toda la organización y su objetivo no es sólo ver como “encajar” a una persona dentro del organigrama, sino fundamentalmente cómo ayudarla realmente a progresar y realizarse en su carrera profesional.  Para que las políticas de diversidad e inclusión sean exitosas es preciso que todos los miembros de la plantilla estén involucrados en esta misión.  

Las empresas que apuestan por la inclusión y la diversidad aportan verdadero valor para su marca empleadora y su entorno, generando capacidades laborales enriquecedoras.  En este sentido, las diferentes capacidades que desarrollan las personas con discapacidad y que les ayudan a buscar soluciones diferentes para hacer frente a sus retos, les convierten en un talento flexible que aporta innovación y capacidades diferentes a las compañías y, con ello, refuerzan el atractivo externo de la empresa y su capacidad de adaptación al cambio. Además, las políticas inclusivas generan un espíritu de integración y trabajo en equipo que requieren del compromiso y sensibilización de cada uno de los integrantes de la organización, lo que permite impulsar una mayor cohesión en los equipos, mejorando sustancialmente el clima laboral.

Por todo ello, en Randstad Uruguay trabajamos al lado de las empresas y las ayudamos a enfrentar los compromisos y retos que implican impulsar estas oportunidades por la inclusión y la diversidad, a partir de las múltiples experiencias de organizaciones de muy diferentes rubros, tamaños y geografías.

Columna de opinión publicada en InfoNegocios.com, el 22 de octubre de 2020.