Hoy las empresas buscan personas capaces de adaptarse y sumar al equipo, más allá de sus habilidades profesionales. Descubrí qué rasgos “blandos” son los más valorados por las organizaciones en los contextos de trabajo actual. 

Las habilidades blandas o soft skills siempre han sido importantes en el mundo laboral. Se trata, a grandes rasgos, de habilidades sociales que, en el ámbito del trabajo, determinan la capacidad de interactuar efectivamente con los compañeros, jefes y clientes. Complementan las llamadas habilidades duras o laborales, aquellas que se han aprendido estudiando y trabajando (las cuales, tradicionalmente, han estado en el foco de los reclutadores a la hora de evaluar un candidato).

Es claro que cada rol requiere sus propias habilidades blandas. No es lo mismo la capacidad de escucha para alguien que se dedica a gestión de personal, que para un programador. Pero en el mundo laboral actual, todas estas habilidades se consideran fundamentales a la hora de incorporar nuevos talentos a un equipo.

En el mercado post-pandemia, con equipos interdisciplinarios y diversos que colaboran virtualmente, las competencias blandas han redoblado su importancia para el desarrollo profesional de las personas y para la selección estratégica de nuevos talentos. 

A partir de un estudio con nuestros especialistas en gestión de talento, Randstad identificó las 6 habilidades blandas que las empresas consideran imprescindibles para cualquier área o posición.

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las 6 soft skills más demandadas en un candidato.

1. flexibilidad y adaptación al cambio. 

Cuando el cambio es la única constante, la habilidad de adaptarse a los imprevistos es un activo clave. Las empresas requieren personas que puedan ajustarse a distintas situaciones y puestos de trabajo, que sean flexibles y a la vez tengan el equilibrio para afrontar los desafíos con éxito. La flexibilidad es también imprescindible para integrar de manera armónica equipos diversos y multiculturales, así como para estar dispuesto a actualizarse permanentemente y adquirir nuevos conocimientos.

2. Comunicación 

Las habilidades comunicativas son muy valoradas por las organizaciones a la hora de seleccionar talentos; y no solo en áreas sociales o de contacto con el público. En los entornos laborales actuales, mediados por los canales digitales y las videollamadas, la capacidad de comunicación es clave en cualquier tipo de rol. 

¿Qué implica ser una persona comunicativa?

  • Saber escuchar, tener empatía, apertura y respeto hacia los demás.
  • Relacionar ideas y expresarlas de forma clara y ordenada. 
  • Capacidad de hablar en público, exponiendo ideas ante distintas audiencias. 
  • Saber pedir ayuda y tender puentes cuando hay conflictos o problemas para resolver. 

3. flexibilidad y adaptabilidad.

La pandemia nos ha enseñado que la adaptación al cambio es una de las mayores cualidades que puede tener una organización. Pero incluso en la nueva normalidad que estamos viviendo, la adaptación a los cambios y la flexibilidad para afrontar imprevistos sigue siendo un activo clave en los equipos. Para los especialistas en recursos humanos, son muy valiosos los candidatos que pueden acomodarse en diversos roles y situaciones de trabajo, con capacidad de integrarse en equipos multiculturales e intergeneracionales, y de adquirir nuevos conocimientos y habilidades cuando sea necesario. 

4.organización y gestión del tiempo.

El paradigma de “marcar tarjeta” ha quedado obsoleto tras la pandemia. Hoy las organizaciones tienden a trabajar no en base a horas sino a objetivos, buscando un equilibrio entre productividad y bienestar. La autonomía y la buena gestión del tiempo son fundamentales, principalmente en modelos de teletrabajo, donde no hay una supervisión constante de las tareas. Las personas responsables y comprometidas, capaces de cumplir con plazos de entrega y ser puntuales aunque no deban marcar horario, son vitales para los equipos de trabajo actuales, que tienden a estructurarse de forma más horizontal.

5. colaboración y trabajo en equipo.



Muchos trabajadores hoy comparten su día a día con la pantalla. En este contexto, se hace primordial cultivar la capacidad de trabajar en equipo y colaborar a la distancia. Generar vínculos de confianza, tener predisposición para trabajar en proyectos comunes y superar las individualidades es un atributo que los reclutadores ponderan a la hora de contratar. 

6. capacidad resolutiva.

Otra habilidad blanda muy buscada por las organizaciones es la capacidad resolutiva, principalmente en posiciones de liderazgo o con altos grados de responsabilidad. Las personas resolutivas entienden bien los objetivos de la organización y actúan en base a ellos, afrontando cualquier situación o desafío con convicción y seguridad. Y si además son personas proactivas, que proponen y no solo reaccionan, sin dudas tendrán mucho que aportar en un equipo. 

¿Necesitas potenciar tus habilidades blandas y ser un talento atractivo para cualquier equipo? ¿O estás buscando candidatos con estas habilidades? En ambos casos, ¡en Randstad sabemos cómo ayudarte! Hablemos.