Liderar una empresa es comparable a ser el capitán de un barco que atraviesa todo tipo de mares y climas. Tu trabajo, en definitiva, es llevar a la empresa y a la tripulación al próximo puerto, capear las tormentas y evitar chocar contra un iceberg. Así como los capitanes aplican instrumentos y reglas para navegar sus barcos de manera efectiva, también existen prácticas simples que pueden ayudarte como líder a mantenerte en el camino del éxito.

Aplicar las prácticas de un liderazgo 4.0 implica involucrar a tus empleados, sus habilidades individuales, sus motivaciones e ideas para configurar el ADN de tu organización, creando una cultura abierta, transparente e innovadora, para lograr agilidad, flexibilidad y eficiencia. Estos 7 pasos te ayudarán a implementarlo.

1. Objetivos claros

Los objetivos claros con el enfoque adecuado dan sentido al trabajo de tu equipo, lo que permite que los miembros vean el panorama general y comprendan qué los motiva a seguir trabajando para la organización, incluso si están atrapados en una tarea desafiante o menos emocionante.

2. Comunicación

Si no comunicás con claridad y precisión lo que debería hacer tu equipo, es probable que pierdas tiempo y dinero con empleados ineficaces que no se sienten seguros o no saben cómo serlo.

- Recordale a tu equipo de forma periódica las expectativas de una manera sencilla y sin complicaciones.

- Asegurate de que todos sepan exactamente cómo contribuyen al objetivo.

- No tengas miedo de dar instrucciones, tanto escritas como verbales, para asegurarte de que no haya malentendidos.

3. Cambiar

Como líder tenés que ser el primero en adaptarte a los cambios. Si nos fijamos en las empresas más exitosas de la actualidad, todas se han adaptado por ejemplo a la pandemia, implementando nuevas ideas, lo que es vital no sólo para mantenerte en el mercado, sino para ser relevante y ganar nuevos clientes.

4. Una cultura de trabajo abierta

Como líder tenés que desafiar a tu equipo y mantenerlo inspirado. Esto es crucial porque la falta de inspiración en una parte del equipo puede extenderse como la pólvora a toda la organización. Por lo tanto, una parte importante de tu trabajo también es eliminar los obstáculos que podrían impedir que tu equipo trabaje con éxito y eficiencia.

5. Motivación

Esto es lo que impulsa al equipo a hacer su trabajo con pasión. Es el ingrediente que hace que los empleados dedicados puedan manejar las tareas más difíciles. Entonces, es tu desafío como líder motivarlos y valorar el trabajo que están haciendo. Hay muchas oportunidades para hacerlo:

- Involucrar a los empleados en las decisiones.

- Reconocer públicamente los logros.

- Dar tiempo para aprender.

- Pensar en grande.

- Fortalecer la confianza en ellos mismos.

- Brindar espacio y libertad para encontrar el propio camino.

Pero es extremadamente importante que todos los que forman parte de tu equipo comprendan por qué su trabajo es importante, de modo que no solo trabajen para recibir un pago al final del mes.

6. Respeto

Hoy en día es común que los empleados salten de un trabajo a otro y busquen el puesto mejor pago en la empresa de mayor reputación, pero eso no significa que no se pueda ganar la lealtad de un buen empleado. En el corazón de un negocio exitoso hay un sentido de respeto mutuo entre el equipo y su líder. Para hacer esto, primero debés mostrarles tu respeto, y esto lo podés hacer pidiendo regularmente sus opiniones, atendiendo seriamente sus iniciativas y preocupaciones. 

7. Priorización

La multitarea típica de un líder aumenta tus posibilidades de estancarte o pasar demasiado tiempo haciendo algo que, en última instancia, es improductivo. Cada vez que tu foco cambia a una nueva actividad, se interrumpe el flujo de trabajo y perdés tiempo porque debés enfocar tu atención nuevamente en el trabajo más importante. Por esto mismo, la clave es que seas más eficiente, priorizando tus correos electrónicos y estableciendo horarios específicos para realizar determinadas tareas, incluso para revisar la bandeja de entrada.