El proceso de búsqueda de un nuevo empleo es una labor intensa y que requiere mucho foco y esfuerzo de parte del candidato, más aún en este contexto marcado por la incertidumbre que aún provoca la Pandemia en varios sectores de actividad.  En este proceso intervienen fundamentalmente dos factores: 

El externo, que se compone por las circunstancias del entorno económico - social o específico de una organización y que escapan completamente a tu control. 

El interno, que es lo que depende exclusivamente de vos, por lo que resulta vital tener una actitud proactiva y una búsqueda sistemática de nuevas oportunidades laborales, que llegarán no por casualidad sino por tu directo y constante accionar.  

En esta búsqueda, como en cualquier proceso de venta o posicionamiento de marca en el  mercado, lo esencial es saber diferenciarse de la competencia, y la herramienta clave para lograrlo es el currículum. El CV, es nada más y nada menos, que el primer filtro en los procesos de selección y, por lo tanto, un aspecto clave a desarrollar, pero no el único. 

Muchos empleadores están filtrando perfiles de candidatos no sólo por sus CVs sino por las impresiones que generan sus perfiles en las redes sociales, y no solamente en LinkedIn, por lo que debes cuidar siempre tu marca personal y privacidad.

En el desarrollo de un currículum competitivo y diferenciado, el primer paso es ponerte en el lugar de tu potencial empleador, imaginarte ante cientos de CVs que llegan a tus manos y la responsabilidad de tomar una buena decisión en pocos segundos, para quedarte sólo con un puñado de candidatos a los que entrevistar.  Por ello, necesitas elegir bien qué información vas a incluir en tu CV y cómo hacerlo, para lograr un buen posicionamiento y quedar entre ese pequeño grupo de elegibles para el cargo. 

El primer consejo es que encabeces tu CV con un buen resumen.  Un texto directo, bien pensado, breve y claro, detallando tu educación, experiencia y objetivos en el nuevo empleo.  El segundo es ordenar tu experiencia cronológicamente, destacando tus posiciones más recientes y los aspectos relevantes de tus funciones, dejando claras tus experiencias, habilidades y potencialidades. El tercero es evitar saltos importantes en el tiempo, es decir que si en algún período no tuviste actividad laboral, debes destacar aspectos de tu formación profesional (cursos, idiomas, etc.), de tal manera de demostrar tus inquietudes permanentes de formación y crecimiento profesional.  El cuarto es agrupar tus experiencias laborales en una misma empresa, para que se vea tu evolución dentro de la misma.  El quinto es incluir referencias profesionales que aporten verdadero valor a tu candidatura, que puedan ser efectivamente consultadas.

Otro aspecto en el desarrollo de tu CV, es adaptarlo al cargo o selección específica, mejorando tu perfil en relación a la búsqueda concreta.  En este sentido, no sólo el contenido es relevante, sino la forma, además de un buen diseño, claro, organizado y limpio, con una extensión de dos páginas o tres como máximo, un video bien hecho, puede contribuir notoriamente con tu marca personal. Te recomendamos una grabación corta, de un minuto y medio o a lo sumo dos, en la que puedas resumir de manera convincente tu perfil y tus intereses profesionales. Esta opción audiovisual, siempre complementaria al tradicional CV escrito, ofrece una gran cantidad de oportunidades para impactar al empleador, pero como todo, debe transmitir realmente lo que somos como personas y profesionales.

La otra etapa decisiva en el proceso de búsqueda de un nuevo empleo, es el momento de la entrevista o video entrevista, que son cada vez más frecuentes en el marco del COVID – 19. Para cualquiera de los dos formatos, tanto en la tradicional entrevista presencial como en la más reciente video entrevista, es decisiva una muy buena preparación. 

Nuestro primer consejo para tener una entrevista exitosa es informarte a fondo sobre la empresa a la que quieras integrarte. No hay nada mejor como unas buenas horas de Internet para investigar a fondo a tu posible futura empresa: el sector de actividad, su competencia directa e indirecta, su cultura corporativa, las noticias en la prensa, la información en las redes, el perfil y antecedentes de sus colaboradores, etc.  Además, si tenés la suerte de conocer a alguien que trabaje o haya trabajado allí, tendrás una visión interna muy útil, aunque obviamente subjetiva, de cuál es la realidad del clima laboral, las oportunidades de crecimiento, etc. 

El segundo consejo es investigar a la persona que realizará la entrevista, sus redes sociales, especialmente LinkedIn, te servirán para obtener información valiosa sobre el papel de tu primer contacto con la organización, y también es posible que comparta algún tipo de afinidad o similitud contigo (estudios, experiencia, intereses, entorno, etc.), lo que te servirá para empatizar mejor durante la conversación. Es habitual que un proceso de selección conste de más de una entrevista. La primera de todas suele quedar a cargo de un responsable de RRHH que no tiene por qué conocer a fondo el puesto al que aspiras, por tanto, es posible que no pueda responder algunas dudas específicas que tengas sobre tu potencial nueva posición. En cambio, en entrevistas posteriores, la persona en general  puede llegar a ser tu jefe, supervisor directo o indirecto o incluso miembro de tu futuro equipo de trabajo, por lo que podrás profundizar sobre aspectos más específicos vinculados a tu potencial nueva posición. Analizar tus puntos fuertes pero también los débiles o áreas a mejorar, te ayudarán a hablar de ellas en la entrevista con una mayor seguridad y soltura. Una buena ida, es preguntar a alguien que haya trabajado contigo y que te genere confianza, acerca de su visión externa sobre ellas. Además, puedes utilizar algunas herramientas que tenemos disponibles en Randstad que te permitirán testear objetivamente tus competencias.  

Pero más allá de conocer a la empresa para la cuál te gustaría trabajar y a la persona o personas que te van a entrevistar en el proceso, es imprescindible que puedas relatar en 5 a 7 minutos quién sos, qué lograste hacer y qué te gustaría hacer en tu carrera profesional, de manera precisa, sin improvisar. Y fundamentalmente, confiar en tu preparación y experiencia, en todo el potencial que le puedo ofrecer a la nueva empresa, con humildad, pero con claridad.

¡No esperes más! Ya es hora de poner en práctica todos estos consejos y recomendaciones y trabajar a fondo en tu próxima candidatura. Lograr posicionar tu marca personal de manera diferenciada y dar un salto en tu carrera profesional , consiguiendo ese tan ansiado nuevo trabajo, depende mucho más de vos de lo que podrías pensar. 

Basado en la columna de opinión publicada en ElObservador.com, el 26 de octubre de 2020.